Promesa del Padre
Promesa del Padre
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre…”. Hechos 1: 4
La Biblia contiene miles de promesas, pero solo hay una promesa conocida como la promesa del Padre. Esta promesa en particular lleva este título distinguido porque esta promesa es la “madre” de todas las promesas.
¿Qué es exactamente la promesa del Padre?
La promesa del Padre es el bautismo del Espíritu Santo. Este es el propósito primordial de Dios que se cumpla en la vida de sus hijos: estar inmerso, saturado, lleno hasta desbordar, con su presencia manifiesta. El siguiente versículo explica: "…más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días". Todas las demás promesas conducen a esta primordial promesa y la cumplen.
Esta es ciertamente una promesa que Dios quiere que reciba hoy.
Padre Amado, hoy reclamo la promesa del Padre. Declaro que Jesús es mi Bautizador en el Espíritu Santo. Ahora mismo entro en las aguas del Espíritu Santo. Sumérgeme. Satúrame. Sumérgeme ahora bajo las aguas de tu Espíritu Santo. Recibo mi bautismo ahora en el nombre de Jesús.
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre…”. Hechos 1: 4
La Biblia contiene miles de promesas, pero solo hay una promesa conocida como la promesa del Padre. Esta promesa en particular lleva este título distinguido porque esta promesa es la “madre” de todas las promesas.
¿Qué es exactamente la promesa del Padre?
La promesa del Padre es el bautismo del Espíritu Santo. Este es el propósito primordial de Dios que se cumpla en la vida de sus hijos: estar inmerso, saturado, lleno hasta desbordar, con su presencia manifiesta. El siguiente versículo explica: "…más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días". Todas las demás promesas conducen a esta primordial promesa y la cumplen.
Esta es ciertamente una promesa que Dios quiere que reciba hoy.
Padre Amado, hoy reclamo la promesa del Padre. Declaro que Jesús es mi Bautizador en el Espíritu Santo. Ahora mismo entro en las aguas del Espíritu Santo. Sumérgeme. Satúrame. Sumérgeme ahora bajo las aguas de tu Espíritu Santo. Recibo mi bautismo ahora en el nombre de Jesús.
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