Recibir

Recibir

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1: 8

Recibir es la clave del Reino.
Hay muchas grandes promesas de recibir en la Biblia, pero ninguna mayor que ésta. Jesús le promete poder transformador de vida en el Espíritu Santo, y quiere darle poder transformador de vida en el Espíritu Santo.

Jesús quiere enseñarle a recibir. La oración, Señor, enséñanos a orar, debe ser seguida por Señor, enséñanos a recibir. Orar sin recibir es como masticar sin tragar.

De muchas maneras, recibir comienza con recibir el Espíritu Santo. Una vez que recibe el Espíritu Santo, es el Espíritu Santo quien le da todas las cosas.

Padre Celestial, ahora te extiendo mis manos vacías. No me aferro a nada más que a esta promesa de Hechos 1: 8. Ahora mismo, por fe en esta palabra de Cristo, recibo poder en el Espíritu Santo para ser su testimonio en mi propio vecindario, en toda mi región, transculturalmente a personas que son diferentes a mí, y a las naciones de la tierra.