Bendita Integridad

Bendita Integridad

“Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.” Salmo 32:2

Nadie duerme mejor y lo disfruta más que una persona con la conciencia tranquila.

El rey David dio vueltas toda la noche cuando trató de esconder su pecado de Dios, pero no estaba engañando a nadie más que a sí mismo. Cuando confesó su pecado, recibió una doble bendición:

Recibió la bendición de la pureza ante Dios, bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad.

Recibió la bendición de la pureza dentro de sí mismo, y en cuyo espíritu no hay engaño.
Es saludable estar limpio delante del Dios y saber que está limpio dentro de su alma. Estas son las dos piernas sobre las que se apoya la integridad: la integridad ante Dios, la integridad dentro de su propia alma.

Dios quiere darle esta doble bendición de integridad hoy.

Padre amoroso, recibo la bendición de la limpieza en tu presencia y la bendición de la limpieza dentro de mi corazón en el nombre de Jesús.

¡Oremos Por Favor!
Estamos pidiéndole a Dios que el resto de los países del mundo y los estados de EE.UU. reciban la formación de la Escuela de Oración. Ore con nosotros hoy por Austria y Maine.

AÑO EN FUEGO
© Fred A. Hartley, III
Reservados todos los derechos
La Biblia estándar inglesa (ESV) se usa normalmente, a menos que se indique lo contrario.

Este encuentro diario con Cristo, iniciador de fuego, no pretende reemplazar su lectura diaria de la Biblia y su tiempo de oración, sino más bien motivarlo a pasar más tiempo en Su presencia
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