Encuentro con la victoria
Encuentro con la victoria
“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno” Mateo 6:19
La humildad atrae la presencia de Dios de la misma forma que una zona de baja presión atrae una tormenta. Desafortunadamente, lo opuesto también es cierto: el orgullo repele la presencia de Dios de la misma manera en que una presión atmosférica alta repelerá el centro de una tormenta. No es de extrañar que Dios diga que se opone a los orgullosos, pero que da gracia a los humildes (véase Santiago 4: 6).
Hay dos campos de batalla que deben mantenernos lo suficientemente humildes todos los días para encontrar la presencia manifiesta de Cristo: nuestra batalla contra el pecado y nuestra batalla con Satanás. ¿De dónde sacamos la idea de que no necesitamos llevar nuestras líneas de batalla a Dios? La respuesta es fácil: está arraigada en nuestro orgullo. El orgullo siempre distorsiona una visión precisa de la realidad, y en ninguna parte es más cierto que en la oración.
En muchos sentidos, El Padre Nuestro va creciendo hasta un gran clímax cuando clamamos a Dios por su victoria sobre el pecado y sobre Satanás: "No nos metas en tentación, más líbranos del mal". Estas son oraciones que surgen de la verdadera humildad y siempre atraen el poder de Cristo.
Si quieres encontrarte con Cristo hoy en oración, entonces humíllate, grita de desesperación y cuéntale cuánto lo necesitas para ganar tu batalla contra el pecado y el demonio.
Padre amoroso, me humillo y reconozco abiertamente que hoy fallaré miserablemente con mis propias fuerzas al resistir la tentación y vencer al diablo. Por favor, ayúdame. En el Nombre del Señor Jesucristo, te tomo como mi Líder y Libertador.
¡Oremos Por Favor!
Estamos pidiéndole a Dios que el resto de los países ds estados de EE.UU. reciban la formación de la Escuela de Oración. Ore con nosotros hoy el mundo y lopor Seychelles y Maine.
YEAR ON FIRE
© Fred A. Hartley, III
All rights reserved
Unless otherwise indicated, the English Standard Bible (ESV) is used.
“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno” Mateo 6:19
La humildad atrae la presencia de Dios de la misma forma que una zona de baja presión atrae una tormenta. Desafortunadamente, lo opuesto también es cierto: el orgullo repele la presencia de Dios de la misma manera en que una presión atmosférica alta repelerá el centro de una tormenta. No es de extrañar que Dios diga que se opone a los orgullosos, pero que da gracia a los humildes (véase Santiago 4: 6).
Hay dos campos de batalla que deben mantenernos lo suficientemente humildes todos los días para encontrar la presencia manifiesta de Cristo: nuestra batalla contra el pecado y nuestra batalla con Satanás. ¿De dónde sacamos la idea de que no necesitamos llevar nuestras líneas de batalla a Dios? La respuesta es fácil: está arraigada en nuestro orgullo. El orgullo siempre distorsiona una visión precisa de la realidad, y en ninguna parte es más cierto que en la oración.
En muchos sentidos, El Padre Nuestro va creciendo hasta un gran clímax cuando clamamos a Dios por su victoria sobre el pecado y sobre Satanás: "No nos metas en tentación, más líbranos del mal". Estas son oraciones que surgen de la verdadera humildad y siempre atraen el poder de Cristo.
Si quieres encontrarte con Cristo hoy en oración, entonces humíllate, grita de desesperación y cuéntale cuánto lo necesitas para ganar tu batalla contra el pecado y el demonio.
Padre amoroso, me humillo y reconozco abiertamente que hoy fallaré miserablemente con mis propias fuerzas al resistir la tentación y vencer al diablo. Por favor, ayúdame. En el Nombre del Señor Jesucristo, te tomo como mi Líder y Libertador.
¡Oremos Por Favor!
Estamos pidiéndole a Dios que el resto de los países ds estados de EE.UU. reciban la formación de la Escuela de Oración. Ore con nosotros hoy el mundo y lopor Seychelles y Maine.
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