Reciba

Reciba
Pastor Fred Hartley, IV

"Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: Marcos 3:13-15

Existe un dicho sobre liderazgo: "No puedes llevar a nadie a un lugar donde nunca has estado." Para liderar con confianza, es necesario conocer el destino y el camino hacia él.

Por ejemplo, si alguien le sigue en carro por las calles del centro de Atlanta, si no sabe a dónde va y no tiene un GPS, estará tan enfocado en lo que está frente a usted que podría olvidarse de la persona detrás de usted y rápidamente separarse de ella. Pero si sabe con confianza la ruta, no tiene que estar tan concentrado en lo que está frente a usted, y puede mirar constantemente por el espejo retrovisor para asegurarse de que la persona sigue allí con usted. Básicamente, es libre para enfocarse en ellos en lugar de en si mismo. Esto solo viene de haber estado allí usted mismo.

Esto es cierto no solo cuando se trata de llevar a alguien a un destino físico, sino también cuando se piensa en un destino espiritual. Aprendí desde temprano en el ministerio que no puedo llevar a nadie a un lugar donde no haya estado yo mismo. Mi ministerio es tan profundo como la profundidad de mi caminar con Jesús. Si mi relación con Dios es superficial, entonces mi ministerio será tan profundo como una piscina para niños. Esto es cierto para todo discipulado. Reproduciremos quiénes y qué somos.

Cuando se trata de hacer una diferencia en el reino en la vida de las personas, todo se reduce a nuestra capacidad de recibir. Durante este ayuno, hemos estado considerando el tema de recibir. Dios nos creó con la capacidad de recibir. Tenemos la capacidad y podemos aumentar esa capacidad a medida que crecemos en Su presencia. Cuanto más recibimos de Cristo, más tenemos para dar. Jesús estableció este ejemplo ante nosotros, como se registra en el Evangelio de Marcos. Jesús llamó a los discípulos originales a pasar tiempo con Él, y al hacerlo, recibieron para poder dar. Estos versículos nos enseñan que recibir es, en última instancia, estar con Jesús. Al recibir de Jesús, los discípulos fueron empoderados para hacer las obras de Jesús, lo que finalmente dio inicio a la iglesia.

Para evitar tener un ministerio que sea ancho como una milla, pero tan profundo como una pulgada, Dios nos llama a permanecer en Su presencia y recibir de Él. Es en Su presencia donde Él le dará todo lo que necesita para ver que Su reino venga a su contexto ministerial.

Oremos: Señor Jesús, reconozco que los anhelos más profundos de mi corazón se encuentran en Tu presencia. Enséñame a permanecer en ella, pues todo lo que necesito recibir de Ti solo puede encontrarse en Ti.

¡Oremos por un Avance Espiritual en las Naciones!:
Cada día durante este ayuno le pedimos que se unas a nosotros en la oración por las naciones restantes donde la Escuela de Oración aún no está sirviendo a las iglesias.
Oremos hoy por República Nauru
“Porque el cetro de la maldad no reposará sobre la tierra que fue destinada a los justos." Salmo 125:3

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